Cradle of Filth es que quizá el nombre más importante de lado oscuro en el reino unido, y todo se debe al trabajo empresarial que tuvo Dani Filth de hacer las cosas desde el inicio, siempre fue alguien que, ante cambios, tendencias y demás, mantuvo viva la imagen la banda en todas sus facetas, y a el se le puede alegar como el guardián del sonido de la banda desde los 90s. Más allá, que salgan acusaciones y demás, es algo con lo que Dani Filth siempre lidio desde la transición de integrantes que empezó en “Dusk and Her Embrace” (1996) y hasta “Nymphetamine” (2004), pero este señor siempre mantuvo la banda ante todo problema y situación, y por eso tiene un lugar ganado dentro del mundo extremo como una banda relevante en este universo, y gracias a ello Metallerium realizó un ranking de lo peor a mejor de la banda en sus 14 discos en estudio.
Después del tremendo éxito que tuvo “Nymphetamine” (2004), tuvimos a este “Thornography” (2006), disco que quedo eclipsado por su pasado disco y otros discos de la banda que llegaron después, pero no solo eso, ya que los 64 minutos de este álbum tienen un complete desentendimiento entre los guitarristas Paul Allender que estaba más conectado con lo que paso antes en la banda, pero Charles Hedger que era el nuevo integrante de la banda no termino de encajar en el sonido de la banda, y muchas de las canciones se sintieron de relleno y sin inspiración a nivel general, porque la banda, donde ni una canción se queda en la cabeza y pasas horas escuchándolo, esperando el momento para que te despierte, pero eso no pasa en la música, además que luego de ese disco Charles se retiraría de la banda y jamás volvería a pisar la banda.
Este disco es de aquellos que tiene una producción distinta, e inclusive se siente medio opaca en comparación con los otros discos de toda la banda, y eso es lo que demuestra que la banda estaba tratando de parar el tren, donde Paul Allender y David Pybus tenían las cosas más cuajadas, pero las cosas no funcionaron bien en este disco y los 71 minutos no demuestran esa solidez que esperas de una banda que tuvo grandes discos en el pasado, y eso es lo que hacia que pasarás las canciones a cada instante de este disco, un disco que busca más allá de lo que conoce, pero tampoco presenta la solidez que esperas de la banda, que hasta la voz de Dani Filth se sentía un poco descuadrada en muchos sentidos.
Última producción de la banda, y es de aquellas que no tiene ninguna canción memorable e inclusive volviendo a escucharlo después de algunos meses de haber sido editado, este disco es de tamaño medio, y es otro disco de la banda que tiene esa maldición dentro de su carrera, un disco bueno y un disco regular, y este viene a ser el regular. Un disco que no despierta el interés y se queda medio camino muchas veces, y decides avanzar en su concepto, pero es digerible a nivel general y no será su mejor trabajo a la fecha, pero sigue vigente en su música.
Muchos de las personas se quedan en este disco por factores que fue lo primero que escucharon de ellos, y de cierta manera se les da la razón, porque cuando salió este disco en los 90s, con solo ver la portada uno quería adentrarse en la música y saber que había ahí, y este disco fue el más Death Metal de su carrera, pero de aquel más crudo y sucio si lo comparamos con su nueva etapa, y el disco desde que empieza con “Darkness Our Bride (Jugular Wedding)” y escuchas la introducción es inolvidable, algo que tiene muchos puntos a favor cuando vuelves a escuchar el disco de la banda para repasar la discografía, pero entra en esta posición por la producción del disco y de cómo algunas cosas se siente con errores y tiene algunas partes que todavía se estaban amoldando en sonido, y aunque monstruos como Nicholas Baker estaban en el disco, pues este no demuestra todo el potencial de este baterista que años después seria una gran entidad de la banda, y claro Paul Allender estaba en la banda y tuvo el concepto inicial de la banda para hacerlo más crudo y rudo, y este disco muchos le dicen Black Metal, pero no tiene nada de ese estilo, solo las pintadas de cara, porque todo lo demás es Death Metal 90s.
Cuando se habla de “The Manticore And Other Horrors” (2012) en casi todos los rankings lo consideran como el peor o uno de los peores de la banda, pero después de una reevaluación de este disco y ver como Paul Allender con Dani Filth pudieron traer de vuelta el sonido de su primer álbum, pero con la versión de grabación de aquellos, es realmente sorprendente, porque sientes como el disco se hace muy personalizado y te traer viejos recuerdos de la primera época de la banda, algo que no entiendo porque la gente dice que es peor o uno de los peores, pero este disco es para quienes estuvieron ahí en los 90s escuchando su era más dura, donde el trabajo de Martin 'Marthus' Skaroupka en la batería es superior a muchos discos, porque Paul Allender le da rienda suelta a su imaginación, y es raro encontrar un disco de influencias 90s cuando la banda ya está en otra transición musical, algo extraño, pero luego de 5 a 6 escuchadas, este disco es la versión del “The Principle Of Evil Made Flesh” (1994).
Otro disco que se siente medio perdido a ratos, y aunque la banda mejora sus composiciones, es como que ellos no encuentran una frontera en su música, y eso que en canciones como “Wester Vespertine” encuentras todo un mundo de nuevas ideas que pueden caerle bien a la banda, pero curiosamente es de aquellos discos que lo tienes que escuchar muchas veces para encontrar el gusto, lo cual se podría decir que es hasta forzado a nivel general, pero aún así la banda encuentra mejor solidez desde la entrada de Marek 'Ashok' Smerda a la banda en el 2015, pero aun así Martin 'Marthus' Skaroupka se seguía haciendo cargo de todo el detalle compositivo dentro de los teclados y demás, y Richard Shaw tiene un trabajo más predominante en las composiciones, y eso lo puedes escuchar en canciones como “Vengeful Spirit” que viene a ser otra solida del disco. La banda ya estaba transitando por un lado más sólido con este y el anterior disco.
Otro disco que tiene una reputación alta dentro de la discografía de la banda, pero este disco a pesar de tener canciones como “Blackest Magick in Practice”, es de aquellos que mientras avanza, el disco es un sube y baja, ósea con la segunda “Yours Immortally...” estas enchufado, pero luego con “Enshrined in Crematoria” se desconecta la sensación y esta misma idea avanza en la siguiente hasta que llegas a “Blackest Magick in Practice”, donde nuevamente se conecta todo, pero eso es lo que pasa en todo el disco y se hace difícil terminar el disco, y la banda no tiene la solidez que esperas como disco y todas las canciones, y mientras más vueltas le das al disco, pues este mismo se encarga de repudiarte y se hace un disco que no tienen mucha presencia, pero eso sí, cuando el disco te conecta con determinadas canciones, se pone muy bueno a nivel general, y canciones como “Onward Christian Soldiers” demuestran que hay para explorar en su sonido mucho más.
La entrada de Cradle of Filth a un sello gigante como lo fue Epic Records, y en su momento fue uno de los más vendidos por meses, en ventas este disco la rompió y veías como la banda crecía más en popularidad, y claro, para un sello como Epic Records fueron ventas menores, por eso solo editaron ese disco y luego los dejaron ir, pero es curioso que este disco que muchos lo coloquen como uno de los peores de la banda, porque en este canciones como “Hurt and Virtue” o “Better to Reign in Hell” tienen un concepto tremendo y de cómo los teclados de Martin juegan un rol importante, algo que Cradle of Filth siempre manejo bien, y otros se fijan por la duración, pero la banda siempre tuvo esta costumbre de hacer álbumes largos y no fue nada desconocido para una banda que sabe el teje y maneja de su música, y entra en esta posición porque hay mejores en su carrera.
Después de terminar contrato con Epic Records, la banda llegaría con “Nymphetamine” (2004) a través de Roadrunner Records y este disco entro automáticamente dentro de los más vendidos de sus años solo por la canción principal que tenia de invitada a Liv Kristine de Theatre of Tragedy y Leaves' Eyes aquellos años, donde la canción salió en muchos medios de transmisión rockera, metalera y compilatorio góticos que los colocaron como la canción del momento, y en todo sentido esa canción definió el camino de la banda para buscar ese sonido, pero y este es el más grande, cuando escuchas los 75 minutos, el disco se pone muy interesante hasta que todo llega “Nymphetamine (Overdose)”, pero de ahí el disco cuando conecta con “Painting Flowers White Never Suited My Palette” poco a poco comienza perder su magia y solo esperas que llegue “Nymphetamine (Fix)”, que viene a ser como la pepita de oro, luego canciones como “Medusa and Hemlock” o “Coffin Fodder”, variada y acelerada, y entra en esta posición porque fue el disco que catapulto a la banda, pero no pudieron superar pasadas producciones.
Después de que la banda poco a poco saliera del concepto de “Thornography” (2006) y “Godspeed on the Devil's Thunder” (2008), la banda editaría este “Darkly, Darkly, Venus Aversa” el 2010 y la banda ya estaba encajando mejor los sentidos medios de discos pasados, donde James McIlroy entro como buen refuerzo de la banda, y hubo mayor comunicación con Paul Allender en cuanto a ideas de composición y existen mejores canciones que demostraban su lado más rudo que siempre se tambaleaba por ese lado Black y Death Metal, y este disco desde que escuchas “The Cult of Venus Aversa” y terminas con “Beyond Eleventh Hour”, la banda está mucho más enchufada en conexiones, y el trabajo de Ashley Ellyllon en los teclados levanto a la banda, algo que siempre fue importante en su música y sino creen escuchen “One Foul Step from the Abyss” o “The Nun with the Astral Habit”, de las mejores canciones del disco, y se darán cuenta de cómo toda la parte sinfónica son cruciales para el desarrollo de la música y sus 62 minutos, y una de las mejores canciones es “Lilith Immaculate”, además de ser un disco dedicado a Peter Steele de Type o Negative.
“Existence Is Futile” es un disco que lleva de lejos a todas las producciones pasadas de la banda, y se nota que Dani Filth entro en una cohesión musical con sus guitarristas como Marek 'Ashok' Smerda y Richard Shaw para llegar al momento exacto y los 56 minutos tengan el sabor que estaba perdido en la banda hace mucho tiempo, además de haber guiños en can canciones como “Discourse Between a Man and His Soul” envasada en su etapa “Cruelty and the Beast” (1998), y todo ese romance Alucard, melódico, lento y que se conecta con “The Dying of the Embers”, donde el trabajo de Anabelle fue superior al de sus pasadas colegas pasadas, dándole algunas dosis misteriosas que le dan ese envasado noventero y blacker que la banda tuvo desde su segundo álbum. Siendo un gran logro de Cradle of Filth para llevarte de regreso al pasado y a sus mejores elementos, donde aún parece que su motor creativo tiene para algunos años más, y otras canciones como “Crawling King Chaos” son de las mejores en todo el disco, o la otra “How Many Tears to Nurture a Rose?”. Demostrando un disco completamente inspirado y que siendo el penúltimo de su carrera, este disco cuanta lealtad tiene esta banda a sus fanáticos para presentar tremendo disco.
Un disco que fue la transición de lo que tenia pensado hacer Dani Filth en algún momento de su vida con ideas Symphonic Black Metal y colocar un lado más extremo, pero que estaba en ese proceso, y para muchos este disco entra como el primero, pero este todavía estaba en proceso de mejorar sus producciones y su composición, y este disco esta más alineado a bandas de otra índole y no del Cradle of Filth que tendría más relevancia en el mundo extremo, pero aun así era la finalización de su primer disco del 1994 y luego con este dejaban las últimas ideas de esa etapa que fue para el recuerdo, y claro hay tremendas canciones como “Heaven Torn Asunder” o la tremenda “Dusk and Her Embrace” junto a “Haunted Shores” que son de las mejores del disco y te dan un ambiente tremendo de su primera época y de lo que iba a llegar después, y este disco es como el pináculo de los 90s en su sonido, porque luego de este disco la banda se iría por otra dimensión. Cradle of Filth -
Recuerdo cuando salío este disco al mercado, el cambio de sensación y la automática etiqueta que le pusieron fue Gothic por ver vampiros y esas ideas que estaban llevadas de la mano, y de paso como el disco estaba envasado en la historia de Elizabeth Báthory de Hungría y todo las leyendas y mitos que se crearon alrededor de su obra y vida, porque causo bastante revuelo y como Dani Filth siempre fue alguien muy apegado a este tipo de historias y leyendas de la Europa vetusta, así que este disco demostró el primer paso para el siguiente nivel de la banda para que tuviera la personalidad que tiene ahora, y canciones como “Cruelty Brought Thee Orchids” con ese detalle introductorio “hear me, now” son detalles que jamás te lo vas a sacar de la cabeza, y en este disco Nicholas Baker estaba indomable y con otras ideas más extremas, y en revistas esta fue la alineación de orto que tuvieron los ingleses. Además, lo teclados de Lecter fueron de lo mejor sin necesidad de tener ostentosidad, pero en canciones como “Beneath the Howling Stars” o “The Twisted Nails of Faith” formaban parte del ambiente conceptual que el disco logro capturar en su música, un disco que tiene todo lo que vino después en la banda y empezó como la segunda etapa de la banda.
Aún recuerdo cómo llegó este disco a mis manos dentro de una masa de discos de New Metal y otras bandas que les interesaba a los fanáticos de MTV de aquellos años, y recuerdo que la persona que me logró prestar este disco lo tenía de bulto y prefiere las nuevas tendencias del pop de ese momento como era Alternative o New Metal de aquellos años, y en ese momento esperaba un nuevo disco de estos británicos, porque con “Cruelty and the Beast” (1998) y “Dusk and Her Embrace” (1996) la banda había dejado la valla altísima para siguientes producciones, pero este “Midian” (2000) es el trabajo que termino de definir el sonido actual de la banda, y encima supero con creces a lo pasado, y que digan que sus pasados discos son mejores, eso solo es un apego a la nostalgia, más no algo real, porque cualquier canción de este disco es la biblia de los británicos para todo lo que paso después y encima mejoro todo lo que hicieron, dándole ese sonido Black Metal y con detalles Death Metal y bastantes despuntes Symphonic, un disco demasiadamente importante en este universo y que los llevó a firmar con Epic Records, una disquera mucho más grande que Music For Nations, y los que digan que este no es o si es, pues de verdad viven en su pasado nostálgico, más no en el verdadero concepto trajo y se quedó para siempre, y sino sentiste alguna invocación cuando escuchaste “Satanic Mantra”, pues no entenderás el disco jamás.