14 de Abril del 1988 | |
Japon | |
Extasy Records | |
Heavy Metal, Hard Rock |
01. Dear Loser
02. Vanishing Love
03. Phantom of Guilt
04. Sadistic Desire
05. Give Me the Pleasure
06. I'll Kill You
07. Alive
08. Kurenai
09. Unfinished...
“Vanishing Vision” (1988) de X-Japan (X en ese momento) marca el punto de partida de la que es quizás la banda más influyente en la escena de Rock / Metal Japonés, mostrando su faceta más cruda y directa en esta primera entrega autoproducida.
Hablar de X-Japan, o X como se hacía llamar en sus inicios, es hablar de una banda fundamental para el Metal / Rock Japonés y muy importantes en el desarrollo de la escena japonesa, tanto en el aspecto visual como en lo musical. La banda se formó en la prefectura de Chiba en el año de 1982 y sus fundadores fueron el vocalista Toshi y el baterista Yoshiki quienes eran amigos de infancia y para quienes aplica bien el dicho de que los amigos son la familia que uno elige. Ya desde muy jóvenes ambos músicos, inspirados por bandas como Kiss, habían sido parte de bandas como Dynamite y Noise que fueron sus primeros pasos en la música hasta que crearon X y en principio sería un nombre temporal que se quedó como el definitivo por una década antes de tomar el nombre de X-Japan por temas legales.
La banda tuvo diferentes formaciones en sus inicios, pero siempre con Yoshiki en batería y Toshi en voz a la cabeza, hasta que se consolida su formación clásica con Hide en guitarra solista, Pata en guitarra rítmica y Taiji en el bajo. Es con esta formación con la cual hacen el gran esfuerzo de lanzar su primer álbum, el cual debido a la censura y para tener total control creativo, es lanzado bajo el sello Extasy Records Japan que fue creado por el mismo Yoshiki. Así nace en 1988 “Vanishing Vision”, álbum cuya portada fue censurada, porque como es bien sabido, es mejor ver imágenes violentas antes que un par de senos. Como dato curioso en la portada original aparece la expresión “Psychedelic Violence - Crime of Visual Shock”. Y es que la banda buscaba ser provocadora tanto en su música, sus letras y en el aspecto visual, mostrando así su lado más salvaje y crudo en cuanto a lo musical combinado con un aspecto visual que serviría de inspiración a lo que llamamos Visual Kei en la actualidad.
Ahora si desmenuzamos el álbum encontramos canciones muy aceleradas en donde Yoshiki no se guarda nada a la hora de atacar con el doble bombo, Toshi por su parte escupes las letras como si no hubiera mañana mostrando su faceta más dura, lo de Hide y Pata en guitarras es notable tanto a nivel de riffs como solos de guitarra que son intensos pero con mucho énfasis en la melodía, sin nada que envidiarle a otras grandes duplas del estilo, mientras que el bajo se mantiene notable y presente con mucho énfasis en la melodía, de este tipo de canciones rápidas encontramos la intensa “Vanishing Love” que nos invita a mover la cabeza desde su épico riff inicial en una canción orientada al Speed/Power Metal, la más rápida de todas “I’ll kill you”, canción que ya había sido lanzado como sencillo y con una portada que parecía más apropiada para una banda como Carcass en sus inicios que por una banda del estilo de X-Japan. Algo más orientado al Hard Rock pero sin pisar el freno del todo nos llega “Phantom of Guilt” que nos entrega buenos riffs y melodías algo atmosféricas y misteriosas dotando a la canción de un aura más oscura mientras que “Sadistic Desire” inicia con la batería de Yoshiki dándolo todo y un grito frenético que nos lleva a un festín de riffs con mucho gancho, siendo uno de los temas más intensos y violentos del disco en cuanto líricas y música, en donde hay una trabajo notable del bajo. Hay algunos temas instrumentales como “Dear loser” que inician el álbum de forma oscura y atmosférica, mientras que “Give me the pleasure” muestra una actitud más agresiva, llegando incluso a incluir voces algo guturales en esta breve locura musical. El lado más sentimental y hasta cierto punto progresivo lo encontramos en “Alive”, que nos muestra las habilidades de Yoshiki en las teclas y la versatilidad de la voz de Toshi quien muestra su lado más melódico, siendo la canción más extensa y un preámbulo al estilo que llegan a pulir en las siguientes producciones; “Un-finished” por su parte es otra hermosa composición con teclados que se corta de forma abrupta como lo indica su título. Finalmente, mención aparte a uno de los mayores clásicos de la banda como lo es “Kurenai”, canción que inicia de forma sentida y lenta antes de estallar en una tema más acelerado, un recurso usado en muchas canciones clásicas de Rock/Metal que aquí funciona a la perfección desde el emotivo comienzo, hasta el cambio hacia las partes aceleradas con melodías de guitarra muy inspiradas y un Yoshiki dándolo todo en la batería, al final es cuestión de gustos si les gusta esta versión o la que regrabaron para el siguiente álbum “Blue Blood” que suena más pulida.
Estamos ante un clásico del Metal Japonés e hito importante en la escena de dicho país, pues a pesar de ser una producción independiente llegó a tener éxito y fue el punto de despegue de la banda que terminó volviéndose un fenómeno musical en su país de origen, llegando a traspasar fronteras aunque siempre con la limitantes de usar japonés / inglés que es quizás su talón de Aquiles que no permitió que llegaran a ser tan grandes como merecían. Lo que vino después con joyas de la talla de “Blue Blood” (1989), Jealousy (1991) llegaría su cúspide con el lanzamiento de su mejor canción, la monumental “Art of Life” (1993) previo al gran “Dahlia” (1996) que marca el fin de esa gran etapa, para luego separarse en 1997 producto de las tensiones entre Yoshiki y Toshi, y luego la tragedia los marca con la muerte del guitarrista Hide. Ya para entonces su música se había enriquecido con elementos progresivos y sinfónicos mostrando algo más de sofisticación, no en vano Yoshiki había recibido una buena educación musical desde niño que termina plasmando en las composiciones de la banda, por ello el trabajo reseñado vale la pena escucharlo pues nos muestra a una banda más directa, cruda y agresiva, el testimonio de unos jóvenes músicos con ganas de comerse el mundo lo cual se percibe en los casi 42 minutos que dura este debut.