25 de Febrero de 1998 | |
Estados Unidos | |
Osmose Productions | |
Death Metal, Black Metal |
01. Christhammer
02. Wartorn
03. Into the Storm of Steel
04. Phallelujah
05. Reap the Whirlwind
06. That Which Lies Upon
07. Embrace
08. Sons of Vengeance
Angelcorpse es de aquellas bandas que trajeron de vuelta ese sonido Morbid Angel del primer disco “Altar of Madness” (1989), disco único en la carrera de la banda y que jamás se repitió en el universo de los estadounidenses, pero gracias a ese disco, Angelcorpse tuvo un punto de partida para que mezclará este concepto Black Metal con Death Metal y fuese materia prima para una infinidad de bandas dentro del mundo metalero de nuestros tiempos, pero esta idea tuvo su primer orgasmo en “Hammer of Gods” (1996), disco que tuvo esa mezcla y es uno de los más memorables dentro de la carrera de la banda, pero no fue el disco que dejaría mella en el mundo actual, porque ese honor lo tuvo y lo tendrá siempre “Exterminate” (1998), disco que cambio las reglas del juego para siempre y hoy existe un lado más violento y agresivo en el corazón Death Black Metal, siendo de aquellos discos que los escuchas en cualquier bandas que se inclina por ese lado más salvaje dentro de esta mezcla, todo un tributo a la violencia y sin nada de refinaciones o cosas que suenen limpias, solo violencia.
Recuerdo mucho a este disco, porque mi amigo de colegio lo consiguió en su momento y me dijo escucha esta banda y te va a volar los sesos, y aquellos años estaba en otro rubro mi cabeza, pero siempre esperando encontrar una banda que te volará la cabeza, y siempre me insistía para que lo escuche y que es una monstruosidad, y así fue, después de bastante insistencia, lo escuché y me peino en segundos, porque la monstruosidad de ese disco te deja boquiabierto en todo sentido y los 39 minutos son pura violencia desmedida que empieza desde el nombre “Exterminate” (1998) y cuando ves la portada vez pura extremidad violencia o ideas de guerra, que encajaban a la perfección y demostraban toda la violencia necesaria para encontrar puro salvajismo, y en aquellos años la banda estaba conformada por el maestro Gene Palubicki, y el ahora super técnico y demonio de la batería como lo es John Longstreth, quien esta muy alejado de este concepto mas arcano y salvaje en nuestros tiempos, pero en este disco demuestra una técnica monstruosa en otro lado de lo extremo, donde no acelera a mil por segundo, sino presenta detalles caóticos y potentes dentro de todo el concepto y Pete Helmkamp con una idea gutural de loca cantándote en la oreja.
Desde que todo empieza con “Christhammer” y termina con “Sons of Vengeance”, tenemos violencia en todos los minutos, el disco no baja de intensidad y te deja con la cara molida en todo sentido, donde canciones como “Into the Storm of Steel” o “Phallelujah” automáticamente son de aquellas que se te quedan en la cabeza y te dicen que solo esperes violencia, salvajismo y ese lado oscuro que solo ellos pudieron hacer en todo sentido, donde el trabajo de John Longstreth es insano y si lo conoce de su otra banda Origin, no reconocerás su tipo de ejecución, porque se siente que es otro músico en estudio, eso es lo que hasta el día siempre sorprenderá, porque encuentras a alguien influenciado por una idea mucho más salvaje o violento, luego Gene Palubicki creando riffs violentos y acelerados que tiene ese concepto agresivo dentro de la música, donde la voz de Pete Helmkamp siempre será un detalle alocado en la música, porque ese lado de bruja loca cantándote en tu costado es de lo mejor, sientes que todo se hace mucho más visceral y se hace violento en cada canción, y ese lado blacker le da un sentido frenético a la música, algo que es parte del sello personal de Angelcorpse en muchas bandas de nuestros tiempos y la escena polaca capto muy bien en bandas no como Behemoth o Hate, que son más inclinadas a otros tipo de Death / Black Metal.
“Exterminate” (1998) de Angelcorpse es un disco clave para nuestro mundo actual de bandas que salen todos los fines de semana, Death Black Metal caótico y violento que solo quiere acuchillarte el cuello con cada nuevo escuchada, donde se siente la furia y violencia en los 39 minutos, un disco que quedó en la historia del metal para futuras producciones.