Siembra y Cosecha

En la búsqueda eterna de nuevas bandas a inicios de los 2000s, recuerdo haberme topado con los argentinos de Renacer y su disco homónimo en el 2002. Donde lo llamativo de ese disco fue que en las voces estaba uno de los mejores vocalistas latinoamericanos dentro del Heavy / Power Metal, Christian Bertoncelli, quien hasta el día de hoy tiene una gran relevancia como vocalista dentro de este rubro. Entonces, 20 años después de ese tremendo estreno, se tiene “Siembra y Cosecha”. Disco que cambia la perspectiva de sus dos producciones anteriores y pone a la banda en rockera, hard rock y heavy metal de siempre, donde las partes Power Metal de inicios de los 2000s siguen vigentes ¿Mejoro su idea desde “Del Silencio a la Tempestad” (2017)?... Pues veamos.

Cuando espero un nuevo disco de Renacer, es inevitable no pensar en cómo estará Bertoncelli en este, porque, así como todos los vocalistas del mundo con más 40 años o hasta 50 años, su voz decae con el tiempo y ya no tiene la misma presencia que tuvo hace muchos años atrás. Entonces, teniendo eso como punto central, esta vez la voz de Bertoncelli demuestra madurez en el cuerpo, porque si comparo con su disco “Espíritu Inmortal” (2013). La voz aún tenía esa fuerza imponente que presento en otros discos pasados, y ahora la en este “Siembra y Cosecha”, su voz esta en una etapa más pasiva y calmada. Algo que se siente dentro de la intensidad que la banda tenia a nivel general desde ese punto. Luego a nivel general, al tener eso como perfil, la música comienza a toma ese trayecto más calmado. Pero ojo, no hay un bajón intenso o predominante, porque la música sigue su intensidad natural y todo es fuerte en muchos sentidos, y presentan un disco un poco más interesante que su disco del 2017.

Desde que todo empieza con la homónima del álbum y termina con “En el Ocaso de Mis Días”, existen todos los estilos mencionados en el primer párrafo, Power Metal, Melodic Heavy Metal, Hard Rock en muchos instantes, y por ahí detalles sinfónicos que nutren su música en muchos sentidos. Pero que no salen de lo que ya se conoce por la banda, siendo al final un disco de 43 minutos que cumple su recorrido de manera completa, guitarras de buenos ganchos, bajo apegado a las cuerdas principales, solos de guitarra rockers y hard rockers, y finalmente una batería variada entre lo rápido del estilo y partes contundentes, y conocidas dentro de la música de Renacer.

“Siembra y Cosecha” de Renacer no sale de lo que se conoce en su carrera, un poco más pausado esta vez, pero mejor que su disco del 2017. Teniendo un disco solido a nivel general y con una producción llamativa a nivel general. No será su “Painkiller”, pero cumple el cometido de mostrar a sus fanáticos, que la banda sigue produciendo solidos álbumes, después de más de 20 años. 

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