27 de Junio del 2025 | |
Estados Unidos | |
Roadrunner Records | |
Death Metal |
01. Bible Basher
02. Forever Hate You
03. Standing in the Flames
04. Remnant of a Hopeless Path
05. The Gift That Keeps on Giving
06. Halls of Warship
07. Suffer Again
08. Worst Enemy
09. Apocalyptic Fear
10. Refusal of Penance
Deicide es una banda muchas controversias a través de los años, hay muchas cosas que a los fanáticos no les gusta y otros fanáticos que se quedan pegados a solo los primeros discos, que son buenas producciones en estudio y son hasta el día de hoy su mayor legado a nivel general, y siempre tendré los discos en mi cabecera desde la primera vez que lo escuche en vivo con su tremendo “Deicide” (1990), y así cada disco que salió de la banda hasta “Serpents of the Light” (1997), fueron discos ovacionados por amigos de los años y fanáticos del Death Metal, pero cuando salió “Insineratehymn” (2000), todos dijeron que ese no era el Deicide de siempre y recuerdo muchos comentarios de que la banda se había perdido en muchas cosas, pero en aquel momento yo no lo tome a mal ese disco, porque dentro de una formula conocida de álbumes, ellos mismos querían salir de ese concepto y dejar de estar parámetros a lo que se conocía y de ellos, y así fue, por eso comenzaron a tomar otros caminos los hermanos Hoffman.
Como esta banda siempre estuvo envuelta en mucha controversia, era normal que Deicide siempre trajera polvo en cada nueva producción, y más si la banda sale de su concepto básico de ideas que ya eran parte de su fórmula, pero con “Insineratehymn” (2000) estaban ambicionando a un sonido distinto, y eso fue lo que me llamo la atención del disco, porque se sentía que querían salir del concepto conocido de clásicos y poder existir y en la nueva era, pero eso no paso en muchos sentidos, porque luego de este disco su cambio de ideas se fueron para discos como “In Torment in Hell” (2001) y “Scars of the Crucifix” (2004), siendo este último que recuerdo que muchas personas que recién conocían a la banda se quedaban maravillados por la portada de la banda o por la canción de las motos, pero no estaba ni a un milímetro de “Insineratehymn” (2000), el cual es una obra desentendida y donde Steve Asheim se hace mucho más pulido en su manera de tocar en la batería, y el sonido de su batería cambio por completo, y todo era distinto, y los riffs eran muchos más densos y los efectos tenían otro ambiente más extremo, además que había mucho más agudos en estas canciones.
Desde que todo empieza con “Bible Basher” y termina con “Refusal of Penance”, el disco pues es un tremendo despliegue de músicos maduros con cara hacia la nueva era, nuevas ideas y nuevas sensaciones en su música que se alejaba de sus famosos discos, y eso era lo mejor de todo del disco, porque los 31 minutos son tremendos, canciones más lentas, y con un sonido renovado a nivel general y que daba hincapié a nuevas alternativas, y aunque los fanáticos no los haya dejado en ese momento, el disco tiene tremendas canciones como la canción inicial o “Halls of Warship” que tiene un tremendo desarrollo de notas, o la rara en aquellos dentro de sus canciones “Suffer Again”, que inicialmente no la entendía, pero luego entendías que la banda estaba yéndose por una camino inexplorado en su momento y los hermanos Hoffman demostraron ser mucho más técnicos, y los cortes eran más pronunciados, o sino “Standing in the Flames” que parecía un inicio extraño, pero funcionaba dentro de su nuevo concepto y ojo, esa canción tiene el mismo concepto de discos pasados, pero gracias al sonido de ese momento se siente completamente distinta, y eso es lo que muchos se quejaban en su momento, pero los encajes y la manera de aprovechar nuevos recursos estaban para relucir en ese disco, y obvio que la portada era de las más flojas de la banda, pero iba dentro del concepto de 666 que siempre estuvo en otros discos.
“Insineratehymn” (2000) de Deicide es un disco que salió de su molde conocido, y afecto mucho a los fanáticos, pero en general fue un disco de buenas dosis que presenta la nueva de la banda para los 2000s, siendo una nueva apertura a su sonido, y después de años volverlo a escuchar es bueno, porque hay cosas que se pasaron en las pasadas escuchas. Buen intento de cambio en su momento.