01 de Marzo de 1994 | |
Países Bajos | |
Death Metal | |
Century Media Records |
01. Prelude of the Unhonoured Funeral
02. Depths of Eternity
03. Emperors of Salvation
04. 'Til Death Do Us Apart
05. Initiation into the Ossuary
06. Incarcerated Chimaeras
07. Abomination Echoes
08. Back into Eternity
09. Valleys in Oblivion
10. Thoughts of an Atheist
Asphyx junto a Pestilence y Thanatos son de los primeros nombres que aparecieron dentro de la escena de Países Bajos dentro del Death Metal, y aunque muchos asociaron su sonido de la banda con el Doom Metal por tener segundos densidad, esa etiqueta hasta el día de hoy es algo que caracteriza a la banda cuando todos recordamos discos como “The Rack” (1991) o “Last One on Earth” (1992), tremendos discos que en su momento dieron muchas vueltas en el reproductor, pero esta idea de discos perdidos en el tiempo y un disco que pocos le ponen atención debido a que es un disco salido del concepto tradicional de la banda, fue su tercer disco en estudio llamado como la banda, donde solo Eric Daniels quedo como único miembro fundador de la banda y llevó el concepto de la banda hacia otro universo, que seguía siendo Death Metal, pero con una sabor de renovación que jamás volvió a repetir la banda, y eso es lo interesante de este disco que es quizá uno de los mejores de su carrera y demuestran que su música podía dirigirse a otros caminos extremos.
Dentro de este concepto, recuerdo haber hablado con Martin Van Drunen acerca de este disco y lo que opinaba de este y de como Eric continuo con la banda debido a que el se retiro de la banda años atrás junto a Bob Bagchus, quienes eran los integrantes originales de la banda, y de como ese sonido jamás se pudo replicar y de que ese trabajo fue llamado como la banda para levantar todo el concepto de la música y darle una dirección completamente porque Eric Daniels compuso todas las canciones y tuvo una idea mucho más ruda que cualquier disco pasado o que salió después de este, y en ese momento si hubo un choque inmenso, porque todos esperaban las voces más agudas e ideas densas, pero este disco no se las daba y fueron 59 minutos de pura violencia extrema dentro del Death Metal. A ello, luego pude conversar algunos años después de con Eric Daniels cuando editaron el último álbum de su otra banda Soulburn y el cual fue como el nombre medio de Asphyx antes de su completamente separación, y le pregunte lo mismo de ¿por qué decidiste llamar a ese disco como Asphyx cuando todos los otros integrantes originales e habían retirado?... Y la respuesta fue sencilla, él quería separarse de los problemas pasados y quería encontrar el disco que diga que Asphyx seguía vivo, y así fue un disco completamente distinto y con una esencia más extrema.
Desde que todo empieza con “Prelude of the Unhonoured Funeral” y termina con “Thoughts of an Atheist”, la música de la banda fue tremendamente distinta a sus dos pasados los discos llegaron después, es por así decirlo, un lunar dentro de su discografía y curiosamente es un disco que los amantes de la banda detestaron, y recuerdo cuando Asphyx llegó a mi país y tocaron para pocas personas como evento pequeño, y uno siempre se encuentra con algunas personas que siempre se creen fanáticos de la banda y encuentras que todo mucho de ellos solo conocen los dos primeros y les pregunte acerca de este disco, y todos se hacían de la vista chueca, igual de cuando tocó Monstrosity, les decía el segundo es mucho más bestia y otros después, pero ellos llegaron a solo el primero y luego no sabían que ellos había sacando más discos, lo cual siempre fue un tema de curiosidad en mi país, pero fuera de ello, ese día la banda fue tremenda. Pero este disco como siempre olvidado hasta por la banda misma, debido a que Eric no es parte de la banda y ellos quieren tener una idea por la cual los conocen más; y este disco es conocido para el que busca y/o indaga, pero canciones como “'Til Death Do Us Apart” o “Incarcerated Chimaeras” no se te salen de la cabeza, o sino la tremenda “Back into Eternity” con esos inicios de teclado tenebroso que te dicen que si pulían un poco más esta idea, quizá hasta salía una idea más personal en su música.
“Asphyx” (1994) es un disco que tuvo un sonido increíble, una propuesta distinta y una banda que ya tenia un determinado sonido, pero fue mucho más allá y pudo encontrar una esencia más devastadora en su sonido, algo que jamás se repitió en discos después, quizá haya sido bueno o malo, pero este disco es la prueba de que la banda pudo irse por otro camino más agresivo y rudo que jamás volvió a pisar su estilo musical o sonido.