Entender el arte extremo como arte, y no sólo desde la apreciación del metal, crea, de forma insoslayable, la oportunidad de valorar otras propuestas, otras músicas, y otras reuniones que incluso ya trascienden de la música para arraigarse en las creencias, en el sentimiento espiritual y en la percepción profunda del mundo que habitamos.
En este contexto y por primera vez en la ciudad se han reunido la expresión de dos folklores: La representación de la herencia de la música andina a través de la cuota nacional, Ynuk como el show de apertura en la ciudad de Bogotá, y los Rusos Nytt Land, como la cabeza de este concierto. Expectativa enorme después de su cancelación durante el 2022 en razón del conflicto Rusia - Ucrania.
En esta ocasión, organización a cargo de Colombian Shows, quienes ofrecieron un espectáculo puntual y organizado en el ya enormemente referenciado en este magazine, Ace of Spades Club, lugar donde se llevan a cabo la mayoría de encuentros en cuanto a arte extremo se refiere esta ciudad; sonido increíble para esta presentación, que, bajo la exigencia de no contar con distorsiones ni instrumentos metaleros tradicionales, brilló por lograr captar con excelente precisión, la propuesta de los dos artistas en tarima.
Ynuk en las tablas en el horario mencionado por Colombian Shows; la agrupación escogió para esta oportunidad, organizar un set completamente acústico interpretado por una alineación de 4 integrantes, siendo que la organización original se compone de 9 músicos debido al enorme despliegue instrumental de esta banda. Si bien Ynuk cuenta tradicionalmente con una formación en tarima conformada por batería, bajo, guitarras eléctricas, adicional a sus vocalistas e instrumentos de viento (Siku, quena) más el montaje de algunas cuerdas presentes a lo largo de su discografía (Charango, por ejemplo), apostó en este concierto -de forma completamente acertada- a mantenerse minimalista pero coherente con su identidad sonora.
Así, su elección se decantó por una sola voz, la cual sería la única y principal, siku, guitarra acústica y la percusión de la mano de un bombo andino y bongoes; gratísima sorpresa encontrar que la agrupación ofreció un show tan acorde a las calidades exigidas para el evento, adaptándose a la necesidad de no interpretar metal más aún en el contexto del show ofrecido por Nytt Land y centrando en exaltar las raíces tradicionales del sonido que habitualmente interpretan, definido por la misma agrupación como “Metal andino Ancestral”
40 minutos de presentación en medio de una atmósfera creada por los vientos y los golpes en el cuero del bombo; exaltar de paso que la voz escogida, fuera de lo esperado en el contexto de la música andina, es una voz característica del Heavy Metal, enmarcada por su puesto en un registro supremamente alto y flexible que concordó muy bien con las letras y el mensaje de la banda: Metal Andino Ancestral para rescatar las raíces y reconocer en estas una nueva forma de hacer música. Decir a este punto que el show de apertura escogido fue más que acertado sobra, más aún bajo el diálogo creado por la banda en cuanto a resignificar el sentido de la interpretación de su música desde lo denominado como “metal”.
Turno para los esperadísimos Nytt land, una guerra y un año más tarde de la promesa. El dueto subió a tarima en completa discreción y silencio, introduciéndose en medio de los sonidos guturales y percutivos ya esperados y característicos de los siberianos. Quietud total en el Ace of Spades en medio de la niebla y la atmósfera propia del ritual augurado. A este punto, el aforo esperado en el recinto fue total, más aún llenando los espacios que continuaban disponibles durante el show de Ynuk; de hecho, asistencia sorpresiva para un espectáculo que si bien no sólo no es metal, fue presentado durante un jueves en la noche.
De nuevo, destaco la increíble labor de sonido, la que, si bien en algunas otras ocasiones no ha sido tan sobresaliente, en esta oportunidad se llevó todos los honores amén de la exigencia sonora que requiere la vocalización de Natasha y la aparente simpleza de la interpretación de los dos integrantes de Nytt Land. Sin embargo, si bien la cita fue ambientada por auténticos admiradores de la agrupación, me obligo a decir que esperé un poco más de lo dado en tarima por los rusos.
Fue demasiada la expectativa alimentada no sólo por el tiempo de espera, sino por su ya conocido formato en vivo otorgado en otros shows y otros espacios, y es que si bien a nivel interpretativo fue en efecto todo lo esperado, considero que al no existir el puente lingüístico y cultural entre dos orígenes tan radicalmente distintos, se debió hacer uso de una mayor cantidad de elementos visuales por parte de la agrupación pues si bien la experiencia ofrecida es un ritual, este se queda corto y mínimo a las ropas de Anatoly y Natasha y la máscara de Natasha.
No espero ser mal interpretada, pues disfruté enormemente el show, la voz femenina y el contraste de la técnica difónica me emocionó a las lágrimas, pero la ausencia de una mayor cantidad de músicos (Como se ha dado en otros lives) y un idioma en el que permitiese compartir un saludo, o la respuesta en coro a algunos temas, más aún cuando hablamos en el contexto de realizar un show intercultural, definitivamente caló en la expectativa; y no, no esperaba un show en el espacio del metal tradicional, pues, como lo dije líneas arriba, esto NO es metal, es folk, es atmosférico, y sí, en vivo la propuesta se defiende, pero la conexión con el público no se puede delegar únicamente a ello pues la asistencia a un concierto garantiza una experiencia completa.
Escribo esto en medio del conflicto de no poder creer felizmente que los vi y escuché en mi natal Colombia, y haber esperado un poco más del espectáculo; entre entender que el formato del concierto por su puesto no es el tradicional, y el sentir en cada fibra que se pudo explotar un poco mejor la propuesta visual de Nytt Land, en coherencia con el ritual esperado y del cual sí se ha hecho gala en otros lugares.
Sin embargo, me despido con muchos sentimientos encontrados a favor de todo lo dado en el concierto: Seguir creando antecedentes que medien puentes entre las agrupaciones colombianas y latinoamericanas con las originadas en otras latitudes; seguir apuntando a explorar nuevos sonidos inclusive dentro de lo tradicional y lo autóctono, a la necesidad de resignificar el origen del todo musical en el país en medio de un género importado casi por completo como es el metal, por su puesto, apuntar cada vez más a seguir trabajando en crear más y mayores lazos con un público que por lo menos en esta ocasión, se ha demostrado en otra faceta fuera de lo habitualmente consumido.
Lista de Canciones:
1. Darraðarljóð - The Song Of The Valkyries
2. Ritual
3. The Fires of Ragnarok
4. U - gra
5. Ragnarok
6. Winter Day
7. Svartravn
8. Fenris Kinder
9. Áðr Burs synir (Völuspá)
10. Blood of the North
Crónica realizada por: Nigrvm