Una crónica que casi me cuesta la vida; un par de golpes, un cierto nivel de estrés y recordarme constantemente por qué necesito seguir existiendo. Me dijo el director de este medio mientras lograba equilibrarme en medio de una multitud de dementes: "Es la chamba de ser reportera metal. No hay de otra… Guerra no más", mientras a mis dos costados se arremolinaban dos terribles moshpits presididos por un público borracho y delirante. No hay una introducción más digna y más real para lo vivido en el Bogotá Metal Fest.
Sábado 17 de septiembre de 2022: Boro Room, Bogotá. 4 bandas nacionales citadas como los actos de apertura, para finalizar con las brillantes presentaciones de Suffocation e Incantation. Esto, en medio de un público que ya tenía como punto de partida de este caótico y purulento fin de semana la presentación de Unmerciful y otras tantas bestias dentro de la escena nacional de los que ya hablé en una reseña anterior. En conclusión, Bogotá en menos de 24 horas reunió a Unmerciful, Incantation, Suffocation, Suppuration, Amputated Genitals, Anacryptic, Scofield Nakamura, Nonsense Premonition, Threshold End, The Scum y Visceral 666. Con este sabor de boca empiezo a escribir.
Organización impecable y estricta por parte de Tattoo Music Fest; puntualidad impresionante frente a un evento que fue prácticamente un sold out en una época en donde se han celebrado y se continuarán celebrando conciertos cada 4 días aproximadamente; sigue siendo un punto a favor el encontrar cada vez nuevos espacios para celebrar conciertos, pero tal vez el único punto criticable de este evento es ese, la sala escogida. Aforo: ideal; acústica y escenario: en deuda.
Es necesario decir que si bien la producción procuró de todo lo necesario para llevar a cabo una presentación impecable, consideraría poner sobre la mesa las condiciones de una tarima y una organización que frente a un público frenético pueden no darse a la luz frente a asistentes y otras bandas: Una tarima de aprox. 80 cm de alto, de unos 4 metros de profundidad, en donde los conciertos de apertura debieron compartir el espacio con integrantes de la producción y con la batería previamente instalada de las cabezas del cartel, ubicando a sus propios bateristas en los laterales. De hecho, un espacio que no procuró un camerino en el que las bandas de apertura pudiesen guardar sus instrumentos antes y después de sus presentaciones, presionando a los músicos a salir de tarima con sus instrumentos, abriéndose camino entre el público. No puede dejar de generar suspicacias, el hecho de que uno de los integrantes de una agrupación nacional lesionado recientemente, se viera obligado a bajar de la tarima en medio de ese caos sin poder utilizar las escaleras. No se pueden obviar varias de estas circunstancias frente a algo tan protagónico en un concierto en vivo como la tarima y las necesidades de los artistas.
Reconozco en este punto, que me encuentro en deuda con mis comentarios al respecto de las agrupaciones The Scum y Visceral 666, de quienes espero hablar próximamente; Bogotá, caótica de por sí, fue aún más caótica por la celebración de una fiesta comercial precisamente esta noche. Por lo pronto invitarles a que escuchen a las dos agrupaciones, a propósito del reciente lanzamiento del trabajo “The Hunger”, reciente lanzamiento de la agrupación Manizalita The Scum de la mano de Satanath Records; y por supuesto Visceral 666, agrupación muy cercana al Grind, de la que sé próximamente tendremos más noticias y de la que pueden escuchar sus trabajos en plataformas digitales.
Nonsense Premonition en la tarima, con la novedad de un vocalista sentado debido a una reciente lesión, pero que supo mantener la línea de la energía del público muy arriba a pesar de su limitación en escena; decir también que encontré un poco lamentable el espacio acerca de la tarima de lo que ya hablé líneas arriba; las cuerdas se notaban bastante apretadas en escenario durante la ejecución, obligando a los músicos a quedarse quietos ante un público que ya abría sus primeros moshpits; por supuesto, interpretaciones magistrales de un brutal death metal extremadamente técnico. Aproximadamente 20 minutos en tarima, cerrando su presentación con el tema “The Game Has Begun”, clásico de la agrupación y memorable para el público que ya empezaba a presionar contra el escenario.
Turno para los también bogotanos Threshold End, que estuvieron también 20 minutos en la tarima. Death Metal, supremamente veloz y dinámico, próximos a lanzar álbum “The Ominous Inception”; una agrupación que logró el ingreso de la mayoría de los asistentes que se encontraban afuera del salón de eventos. Agrupación que en oportunidades anteriores se ha encargado de abrir para bandas como Cannibal Corpse y Napalm Death, ahora en escena convocando de nuevo los golpes del público. Cualquier posición frente a qué banda hubiese sido mejor elección para abrir a Incantation fue irrelevante para el público de la capital colombiana que sólo pausó los golpes durante la pausa de apertura antes de la presentación de los estadounidenses.
No puedo dejar de pasar por alto, que los conciertos nacionales no pasaron los 25 minutos en escena. Perfecta perspectiva desde la puntualidad, pero también no deja de ser inquietante que, incluso The Scum, provenientes de una ciudad a 300 km de Bogotá, hicieran semejante traslado para tocar solo 25 minutos. Regla para todas las agrupaciones nacionales que tuvieron toda la intención de compartir un set más nutrido para su público pero que por las circunstancias de manejo del evento no fue posible.
Público a tope con el ingreso de McEntee a la tarima, pero punto en contra de un escenario en el que los asistentes podían casi estar en las tablas; y más aún después de la descarga de adrenalina con Threshold End; Shively completamente conectado con el público gozó de cada estado de los asistentes y los siguió animando a un mosh traído de los cabellos, incluso cuando de por sí 300 personas dentro del aforo ya estaban arremolinados uno en contra de otros; sangre y sudor trajo Incantation durante su presentación aún frente a las incomodidades de la tarima.
Lista de canciones
1. Propitiation
2. Ethereal Misery
3. Carrion Prophecy
4. Entrails of the Hag Queen
5. Emaciated Holy Figure
6. Forsaken Mourning of Angelic Anguish
7. Rotting Spiritual Embodiment
8. Anoint the Chosen
9. Lead to Desolation
10. Pest Savagery
11. Fury’s Manifesto
12. The Ibex Moon
13. Impending Diabolical Conquest
14. Siege Hive
Turno en tarima para Suffocation. Si bien Morotti llevaba ya un par de minutos instalando la batería y procurando su instrumento, fue Terrance Hobbs quien haría la expectativa hacia la banda mucho más profunda después de recibir la descarga de Incantation; punto cumbre de su entrada mientras el telón de la banda se descubriría luego de desamarrar el telón de la banda anterior. Aplanadora absoluta frente a la presión de un público cada vez más excitado y alcoholizado contra la tarima. Ricky Myers sería, con su ingreso, quien finalmente marcaría el inicio del tiempo de Suffocation ante el público bogotano. Un público que jamás se quedó quieto recibió con el mismo nivel de energía la última descarga de la noche en dos moshpits enormes, cada uno de unas 150 personas costado a costado de quienes nos sosteníamos frente a la tarima con el mismo nivel de adrenalina.
Lista de Canciones:
1. Liege of Inveracity
2. Effigy of the Forgotten
3. Catatonia
4. Thrones of Blood
5. Jesus Wept
6. Pierced From Within
7. Clarity Through Deprivation
8. Breeding the Spawn
9. Funeral Inception
10. Bind Torture Kill
11. Infecting the Crypts
Finalmente, que nuestra pasión no nos nuble la sana crítica. Dar los espacios merecidos a los artistas nacionales, porque debería ser discusión de primera importancia en los conciertos internacionales. Bandas que engrandecen la música extrema en un país cada vez más consolidado en la muestra de su arte, deben también contar con el espacio merecido y ganado a pulso con esfuerzo. Que sean estos espacios los dispuestos para seguir trabajando por fortalecer y mejorar la escena desde cada eslabón: Desde el productor al consumidor, los artistas, las agencias.
Durísima jornada de brutalidad en la capital colombiana, aforo completo en un concierto de un público que, desde tempranas horas, incluso desde la primera banda, acompañó un festival internacional aguantando todo por sus artistas. Somos demenciales, y eso me enorgullece.
Crónica realizada por: Nigrvm