Bogotá, La Estrella Roja; Cita: Inquisition arrastrando al sexto círculo del Inframundo a unas 1000 almas a su expectativa. Apertura a cargo de un enorme cartel nacional. Un tridente formado por las agrupaciones Black Terror, Templa in Cinere de la ciudad de Bogotá y Mephiztophel, desde la ciudad de Cali, lugar de nacimiento del propio Dagon.
Puntualidad absoluta de la mano de Sismika Producciones; quienes lograron acomodar 4 bandas en una temporalidad de 4 horas, ejecutadas de forma exacta frente a los horarios ofrecidos desde días antes del evento.
“Almas para la Misa Negra” cántico iniciado por la agrupación Black Terror, trío de Bogotanos atinentes al Black Death Metal; interpretando en total 35 minutos de ruido gutural en su show, en el marco de 10 temas que supieron iniciar al público dentro de la propuesta de la banda. Energía de la gente en despegue, aunque con baja asistencia comparado con el aforo total de la sala de eventos; Gran punto a su favor, lograr conectar con la energía de un público recién iniciando la noche y en espera de un sonido tan característico como el de Inquisition.
Lista de Canciones:
1. Los 7 Pilares de la Profanación
2. Himnos Bestiales
3. The Eternal Rotten Night
4. La infinita Voz Espectral
5. Serpents Of Blood
6. The Valleys of The Unknow
7. Disvangelio
8. The Executioner of Time
9. Los Dioses sin Nombre
10. Huitaca
Turno en escenario para los Templa in Cinere; agrupación Bogotana con cada vez un número mayor de seguidores, interpretación de 45 minutos durante 9 temas; y que finalizó con una ovación por parte del público, que coreó la mayoría de sus canciones, que ya no bajan de ser himnos dentro de la escena Bogotana gracias a la magistralidad de sus letras y su grandiosa puesta en escena. Lamento mucho los inconvenientes de sonido que presentó la agrupación, pero sobre esto me gustaría hablar más adelante.
Lista de Canciones:
1. Stigmata Of the Faithless
2. En Las Sombras Triunfante
3. Asymmetria
4. El Que Es Libre De Elegir
5. Convicción
6. Por El Odio Hacia La Cruz
7. Ignis In Anima
8. Mortem Fidem
9. Templos En Cenizas
Para finalizar el tridente momentos antes de la aparición de los maestros de esta ceremonia, Mephiztophel, grupo de la ciudad de Cali como lo mencioné líneas más arriba; Black Metal apoderado de un sonido clásico, en ocasiones muy cercano incluso a lo que se conoció como Ultrametal en la ciudad de Medellín en las primeras épocas del Black Colombiano; Mephiztophel, invitados directos del dúo de anfitriones, durante una presentación de 45 minutos, dieron grandes muestras del por qué se mantienen vigentes y del por qué el ruido es la Columna Vertebral de la identidad sonora del Black Metal nacional. Lanzamiento de nuevo álbum para antes de finalizar el año. “Metáforas Necróticas” saldrá como muestra de esa vigencia ante la escena nacional.
Lista de Canciones:
1. Sanguis Bibimus Corpus edimus
2. Fornication in the graves
3. Vitriol
4. Himno de la Muerte
5. Himno al Infierno
6. Ave Calix Sanguinis
7. Destrucción y Muerte (cover La Pestilencia)
A estas alturas, han entrado los últimos asistentes esperados al círculo trazado por Inquisition desde que anunciaron la devastación en suelo nacional; los vientos de fuego hicieron arder el público desde el riff 1 hasta el final de su presentación en el marco de 1 hora y 10 minutos de Show, después de introducirse a través de esas increíbles teloneras.
Sigue siendo increíble pensar que dos personas logran hacer tantísimo peso en escenario, aun conservando su identidad sonora no sólo gracias a la impecable técnica vocal de Dagon, sino debido a la armonización de los únicos dos instrumentos en escena; conexión total con un público que cantó varios de los temas propuestos en el set, y que no paró un segundo de verse envuelto en ese manto negro de lo mejor del Black Metal.
Lista de Canciones:
1. Vortex from The Celestial Flying Throne of Storms
2. A magnificent Crypt of Stars
3. Dark Mutilation Rites
4. Impaled by The Cryptic Horns of Baphomet
5. We Summon the Winds of Fire - For the Burning of All
6. Across The Abyss Ancient Horns Bray
7. Hymn for a Dead Star
8. Infernal Evocation of Torment
9. Journey to Infernukeorreka
10. Into the Infernal Regions of the Ancient Cult
11. Spirit of the Black Star
Si bien fue una noche memorable para el Black Metal bogotano, sobre lo cual no me queda más que aplaudir la excelente asistencia de un público que asistió en masa a la invitación, no puedo aplaudir de la misma manera su comportamiento y algunas cosas, que, como siempre, considero es valioso traer sobre la mesa procurando construir desde la opinión un espacio de discusión de calidad no sólo en cuanto a la valoración de la ejecución artística de las agrupaciones, sino en general de lo que hace que un concierto sea un concierto.
Si bien el equipo de Sonido y el Ingeniero contratado fueron muestra inequívoca de compromiso e impecabilidad en su trabajo, los retornos no fueron suficientes; situación notablemente visible más aún para las agrupaciones teloneras, siendo evidentes los momentos en los cuales durante las presentaciones entre músicos no se escuchaban a sí mismos o a sus compañeros, incluso los pitos que sonaron durante la presentación de Inquisition dieron fe de esto.
Aplaudo a Sísmika su puntualidad y su atención a las bandas; no considero así su gestión en cuanto la organización general: El evento no contó con presencia de logística capacitada, tampoco con un plan de ingreso. Si algo puede resumir este concierto más allá de su frontera sonora es el caos. Se logró, pero se logró con menores de edad haciendo requisas en un recinto que incluso carece de ventilación. Bogotá necesita un lugar para eventos extremos que no sólo pueda atender las necesidades de los músicos y de los organizadores, pero la solución tampoco puede verse abocada a sacrificar la seguridad de los asistentes y estamos obligados a pensar en soluciones prontas frente a un público que seguirá asistiendo a conciertos extremos.
Esto es Black Metal; de acuerdo, pero si bien todos estamos de acuerdos que el género extremo no tiene reparos en cantar a la muerte y manifestarse en el inframundo, no puede ser esta la excusa para permitir que los asistentes más intoxicados ingresaran causando los conflictos más grandes a costa de un cero control por parte de un equipo de logística inexistente, con cero previsión frente a los riesgos que un sitio sin ventilación y sin por lo menos una ruta de emergencia visible ante una turba enardecida de por lo menos 900 personas.
No puede ser, que, en un evento tan grande, presupuestado para un volumen de personas de ese nivel, inclusive en el escenario fueran los mismos encargados de asistir el sonido, los “responsables” en evitar que integrantes del público pasaran de las bardas mientras al tiempo procuraban en atender las urgencias propias de los escenarios; y que fueran estos mismos muchachos, los encargados de separar más de un conflicto presente en ese espacio, porque logística, nula. En un evento así de grande.
Aplaudo que el metal no muera; aplaudo que en una época en la que celebramos conciertos cada 4 días, la asistencia frente al género más oscuro del metal fuese masiva, pero carecemos aún de conciencia frente a la dignidad que deben ostentar estos espacios y a los riesgos que deben evaluarse frente a la asistencia masiva a este tipo de eventos. Debemos entender que hay sitios que realmente no funcionan como salón de conciertos, que simplemente su acústica no funciona con géneros saturados, que su infraestructura simplemente no soporta el volumen de los asistentes y que como asistentes, nos hace falta demasiado no sólo para valorar el espacio y la integridad del otro, sino la puesta en escena del artista que deseamos hasta la médula ver, pero que en conclusión evitamos logrando alcoholizarnos al extremo de no tener capacidad de controlar absolutamente nada a nuestro alrededor.
Fui asistente feliz frente a agrupaciones nacionales que me llenan de orgullo y que cada vez más entienden la necesidad de profesionalizarse incluso desde el under, pero no puedo evitar el sinsabor de los incontables conflictos que presencié, de la inseguridad que rodeó todo el evento, del impresionante e insano calor de un sitio sin una sola corriente de aire y de la poca cultura de la que hacemos gala quienes asistimos.
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Crónica realizada por: Nigrvm